Interesante encontrarme con la narrativa de Edgar Norabuena, además de haber leído su prosa. En ambos casos de muy buena factura, para este modesto lector, también ancashino. Una prosa fresca, que recrea diversos temas, como lo son sus títulos -de los que muestro algunos- que generosamente llegó de sus manos en una reciente visita a Huaraz, y el encuentro posterior en el evento de la Aepa en Caraz.
Recomiendo su lectura y, desde esta Lima, lejana y cercana. Siento el aire de esas tierras en cada historia y evoco circunstancias, paisajes y lenguaje, parecidos. El ambiente andino de Ancash, presente. Sigo atento a sus trabajos.
Sé que está dentro del Plan Lector, COMO DEBE DE SER.
Cuatro libros de E. Norabuena