Indudablemente, los versos se forjaron todos esos años que fueron de caminatas de noche y de día.
Días donde se desatan alegrías y pasiones que caminan vehementes bajo el sol o a las luz de la luna. Donde el corazón palpita con más intensidad, tanto, que a los años, la nostalgia nos desborda y, a veces hiere.
Del poemario inédito Eco de voces que se llaman PLG |